jueves, 26 de mayo de 2011

Lujuria


Desde aquel momento que la vio, sabía que tenía que hablarle... Conocerla... tal vez saber quién era.

Tan simple como un capricho, después de unos tragos aparecieron frente a su apartamento...



Ella estaba besando su cuello antes de sacar las llaves,
La puerta se abrió de un golpe seco y su bolso cayó en el suelo mientras él se encontraba en la pared rasgándole la ropa,
Ya tenía lápiz labial en sus mejillas, labios, cuello y pecho
Y con un hábil forcejeo logró cerrar la puerta de la calle.

La alzó entre sus brazos, 
Sus piernas entre la cintura,
No dejaron de besarse un instante,
Su ropa en el suelo creaba un camino de prendas desde la puerta de la calle hasta la habitación.

En el frenesí él la tumbo en su cama
Su ropa interior parecía fundirse en su piel con el sudor de su cuerpo
Entre feromonas y otros demonios sus dientes deciden quitarle aquellas prendas,
Descubriendo el tesoro más preciado que escondía sus piernas,
Un olor exquisito le conduce a la provocación,
Saltándome algunos pasos de seducción,
Llevado por un sentimiento libido
sin titubear sus labios comienzan a recorrer desde el ombligo
hasta aquel perfecto lugar donde cada hombre puede morir en un instante,
una visión perfecta
donde se puede ver desde su abdomen,
un par de deliciosos senos en su máxima expresión
sus pezones excitados
y un rostro mirando directamente hacia él
con expectativa, con deseo, con lujuria…

Sus labios saborean su sexo
Su lengua dibuja miles de figuras
Y su rostro femenino cada vez más se pierde en sensaciones
Sus ojos se cierran
Sus gemidos se intensifican
Música para oídos
Ella con sus manos agarra su cabeza sin dejar que se retire
Usa la fuerza mientras se ahoga en fluidos
Deja de respirar, deseando morir en aquel lugar
Cada poro parece estallar como millares de volcanes haciendo erupción
Sus músculos se tensan
Y un sonido celestial irrumpe el silencio
Él ya no siente más la presión de sus manos en la cabeza
Las piernas de ella se entumecen
No se mueve más
Muere en un instante de tiempo
Deseo carnal
Goce de dos.

Pasan unos instantes y abre sus ojos
Sin previo aviso se levanta con la misma intensidad que tenía cuando se le arrojó contra la puerta del apartamento,
La ropa de él comenzó a volar por toda la habitación
Le da la vuelta y lo tira boca arriba contra la cama,
Lo seduce, lame los dedos de su mano,
Juega con los lóbulos de sus orejas,
Con un par de prendas que estaban en la cama
Suavemente le ata las manos en los barrotes de la cama
Lo mira con deseo, con expectativa
aquellos labios rozan su pecho
Lentamente provocan su cuerpo
Su rostro ya no puede controlar sus expresiones.

Mientras ella se encuentra un poco más abajo del ombligo
todo su cuerpo se pierde en sensaciones
Aquellos labios lo acarician
Su lengua roza cada parte de su sexo
Juega con él, parece disfrutar cada expresión que hace
Sus manos lo frotan, usa las dos con fuerza
Después de unos instantes, se detiene,
Lo mira, lo contempla y parece que toma aire
Contiene la respiración
Y por un instante su boca y su garganta lo acogen en un sensual acto de faquir
Él se estremece por completo 
Ella lo mira con sus ojos de deseo queriendo más,
lo provoca mientras logra liberar su garganta y tomar aire
Se levanta y deja admirar su cuerpo
Camina por encima de él y en una extraña pose libera sus manos 
Mientras se sienta encima 
Logrando un encaje perfecto entre su cuerpo y el de él
Toda la noche sin detenerse liberaron sus deseos más extremos
Ninguna parte de la casa se libró su acto carnal
El sofá, una mesa, la cocina, el baño…
Al final terminaron en la cama de nuevo
Y exhausto se quedó dormido.

Llega el día
Y en la cama una nota:
“Fue la noche más espectacular de mi vida”

Hasta hoy aquellos amantes jamás volvieron a verse.

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